El acto de graduación se cumplió en el marco de una fastuosa
ceremonia habida la semana anterior, en el auditorio de la Facultad. A la
ceremonia asistieron los miembros del Consejo de Facultad, los flamantes
ingenieros, sus familiares,
docentes, directivos de la Unidad
Académica antes citada y el rector de la
UTE- LVT, Luis Felipe Pacheco.
Satisfacción y complacencia
En su turno el subdecano de la Facultad, doctor Iván Cañote Jaime manifestó : es de gran satisfacción para los catedráticos, empleados, trabajadores y autoridades de la Facultad
otorgar a Esmeraldas y al Ecuador nuevos profesionales altamente calificados,
responsables, dotados de valores éticos, morales y comprometidos en la solución
de los problemas que aquejan a la sociedad.
La Facultad les otorga el titulo
como flamantes ingenieros de la República una vez que han cumplido a cabalidad
con lo que dice el Estatuto Universitario, la Ley de Educación Superior y la
Constitución. “Estoy seguro que ellos a
más de convertirse en excelentes profesionales, se constituyen en buenos
ciudadanos que aportarán positivamente al desarrollo de Esmeraldas y de la
comunidad ecuatoriana” añadió la Autoridad universitaria, añadió Cañote Jaime.
Los nuevos ingenieros
Parte vital del
desarrollo
En su discurso de orden el decano Alfredo Lajone Bone dijo
nos reunimos el día de hoy en este sagrado recinto del saber, todos los que
tenemos la ineludible misión de llevar adelante la tarea más delicada de la
sociedad y la que más responsabilidades exige; o sea la educación de éste grupo
de jóvenes para que sean parte
fundamental en el desarrollo de la Patria, para dar testimonio de este acto solemne que tiene con
fin incorporar un nuevo grupo de profesionales que luego de una dura jornada de sacrificio y satisfacciones,
se presentan en estos momentos para recibir un título que no solo es el premio
al esfuerzo, perseverancia y sacrificio, sino a la mejor lección que nos da la existencia, en la mejor
escuela que ofrece la sociedad, o sea la escuela de la experiencia. Lajone Bone
expresó además, esta escuela nos enseña
hoy que no existe premio sin
esfuerzo, ni felicidad sin merecerlo.
Nos enseña también que la ley de la cosecha se cumple una vez más,
cuando todo lo que sembramos cosechamos
desarrollando en progresión geométrica.
Útiles a sus semejantes
Reconocen labor docente
Es
justo en esta ocasión reconocer también la labor de los maestros guardianes de la civilización y el progreso,
quienes se preocupan no solo por
cultivar vuestra mente impartiendo el conocimiento científico y técnico, que capacita al hombre
para enfrentar la vida, sino también cual místico galeno pusieron especial
interés en medicar vuestras almas y de esta manera
prepararlos para el mejoramiento personal a esferas superiores, ya que sus
principales instrumentos fueron el amor y el ejemplo, señaló finalmente el
decano Alfredo Lajone Bone. (AGM)
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